UNIDAD 3 - ACTIVIDAD 2

Distintas actitudes de los docentes en la relación entre la educación y las tics

Promoción de lo deseable
Las TICS serán un aliado metodológico más en las estrategias de enseñanza aprendizaje. Sin embargo, hay aspectos que deben tenerse en consideración:

•Nuestros estudiantes son nativos digitales, por lo que debemos descartar
el concepto de educar para las TICS.
•Los docentes debemos asumir la relación entre las TICS y la educación,
sin embargo, generalmente existe resistencia al cambio, habiendo docentes con actitudes escépticas o reaccionarias que tratan de boicotear cualquier cambio educativo.
•Algunos sectores de la sociedad pueden tener intereses económicos personales en la llegada de los ordenadores al ámbito educativo.
•La llegada y el desarrollo de las TICS ha cambiado considerablemente el tipo de relaciones en los distintos entornos sociales.
•Un mismo proyecto o iniciativa puede ser llevado a la práctica con éxito a nivel micro pero no se garantiza su éxito a nivel macro. Esto se debe no sólo al carácter más idiográfico que nomotético de lo educativo sino al rol y el grado de involucramiento de los distintos actores en los procesos.

Aceptación de lo inevitable

Es el determinismo tecnológico, la adaptación y aceptación acrítica de cada dispositivo tecnológico que se introduce en el aula como una propuesta de mejora educativa; es el considerar que los tiempos cambian, que las nuevas tecnologías han cambiado la realidad y que nos debemos adaptar cuanto antes a ellas. Esto facilita los intereses económicos en los ámbitos educativos. Asimismo, las instituciones educativas pueden usar estrategias verticalistas independientes de las voluntades y las relaciones entre los miembros de la comunidad educativa y que no concuerda con el carácter multidireccional, flexible y abierto de las TIC.
Actitud pasiva que acepta el cambio como inexorable.

Negación de lo indeseable o la resistencia educativa ante las TIC

Actitud totalmente contraria a las dos anteriores. Consideran las TIC como el adversario de la educación. Reaparece el concepto de ludismo, actitud hostil a las máquinas y a las tics, considerándolas negativas para las personas. Consideran que el resistirse, negarse y renegar contra el uso de las TICS en las aulas es una forma de defender los valores humanistas que supuestamente están en peligro por la amenaza digital. Los riesgos por la salud física y mental de los niños y jóvenes por la exposición continúa a las pantallas digital, el acceso a la información no seleccionada ni jerarquizada, el aislamiento y la pobreza en la interacción personal de quienes socializan sin límites en los entornos digitales son los argumentos para tildar de excesiva la penetración de las TICS en el desarrollo de la infancia y la juventud. Por esto, sería deseable prescindir de las tics en los entornos escolares. O a lo sumo la autorización de la utilización de los dispositivos estandarizados que la propia institución promueve, no permitiendo llevar dispositivos personales a la institución escolar.
Para éstos, la escuela no debe enredarse con las TICS sino que educar frente a ellas, promoviendo la educación preventiva frente a las TICS.


Comprensión de lo que sucede o la reflexión educativa sobre las TICS

Las TICS están aquí y han llegado para quedarse, o sea para no dejar de cambiar. Aparecen propuestas abiertas, flexibles y más elusivas. Ser conscientes que los niños y jóvenes sociabilizan con las tics. Por esto, es más valioso repensar la relación de la educación con las TICS. Reflexionar desde el punto de vista educativo cómo ellas han cambiado y cambian nuestro mundo, sus aspectos valorativos y controversiales.
Por lo tanto, aprender sobre las TICS, no será aprender su aspecto instrumental, sino reflexionar sobre ellas. Sobre el ser y el deber de nuestras relaciones con ellas y a través de ellas, sobre el modo en que modifican nuestras vidas y como debemos valorar esos cambios, incluso aprender a decidir sobre ellas.
Educar tras las TICS se interpreta como una educación sobre las TICS y quizás esto no plantea retos pedagógicos muy dispares de los que ya teníamos para educar sin las TICS. Aprender a dialogar, a valorar, a participar y a decidir eran y continúan siendo fines educativamente valiosos, antes y después de la aparición de internet.